"Y sí, la verdad que te necesito, no de una manera desesperada, vital; pero sí como una necesidad de sentir, te necesito para disminuir mis miedos y aumentar mis esperanzas. Te necesito para sentirme acompañada en los caminos monótonos, para reír y llorar, para saber que a pesar de la inmensidad existe alguien que tiene el mismo sentido.
En realidad te necesito para mínimas cosas, pero estas necesidades no pueden ser totalmente satisfechas ahora, pero sé que algún día lo fueron y reconforta el alma que si algún día fue así puede volver a serlo, aunque caiga en la ingenuidad, llega ser mi esperanza.
Y sí te necesito para no estar con mi sombra".
02/10/2008
Alguna vez nos encontramos con cartas que nunca se lo hacemos conocer a la persona que va destinada, y que después de años te topas con éstos escritos, los relees y vuelves de alguna manera disminuida, maximizada o finalmente igual a sentir lo que sentías en aquellos momentos en los que escribiste. Mágico. Sabio aquél dicho: "recordar es volver a vivir", pero ahora estoy convencida y creo que en aquél momento también que es mejor sólo recordar y dejarlo a la melancolía, basta sólo una carta para revivir ésas historias, y basta el hoy y nosotros para escribir nuevas.
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